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Eliodoro Matte
Por qué Nokia es Nokia
Revista Capital
En el último número, Andrés Benítez escribió una columna titulada "Por qué la Papelera no es Nokia", donde contaba cómo esta empresa finlandesa, fundada hace 130 años como productora de celulosa y papel, se había concentrado en los años 90 en las comunicaciones celulares, hasta alcanzar el liderazgo que hoy detenta en este rubro. La pregunta de la columna de Benítez motiva la siguiente reflexión al propio presidente de la Papelera. Capital celebra este apasionante intercambio de puntos de vista.
Por Eliodoro Matte
Frank Nuovo, el vicepresidente de Diseño de Nokia, es muy conocido y sin duda tiene bien ganado su gran prestigio como hombre clave del liderazgo en aparatos de telefonía celular de su empresa. En tanto, Daniel Contesse, el gerente de Tecnología Forestal de CMPC, es mucho menos conocido pese a haber logrado, al igual que otros destacados profesionales del sector forestal chileno, algo que Nokia ni ninguna otra empresa forestal de Finlandia han podido conseguir: desarrollar, a través de alta tecnología sil-vícola y biotecnología, árboles de tal calidad y productividad que han superado en competividad a la mayoría de los países del hemisferio norte, entre ellos a Finlandia. Algunas empresas europeas (como Botnia, Ence y Stora) han reaccionado buscando relocalizarse en áreas con plantaciones forestales de rápido crecimiento. Nokia fue más radical: cambió de negocio, y le fue muy bien. Ciertamente, como indica Andrés Benítez en su columna de la edición anterior de esta misma revista, la Papelera no es Nokia. Pero, en el negocio forestal, Nokia difícilmente habría llegado a ser como la Papelera o alguna otra empresa forestal exitosa chilena o brasileña. Esto no resta mérito alguno a la empresa finlandesa: saber reconocer que se está en una trayectoria de pérdida de competitividad de largo plazo es ciertamente muy sabio, y mucho mejor aún desplazarse a un nuevo negocio y transformarse en líder.
Las empresas forestales chilenas, al igual que las brasileñas, no solo no están abandonando su negocio, sino que están creciendo en él. Y esto es porque les va bien en lo que hacen; están en el tope de los ranking de utilidades y rentabilidades de las empresas forestales del mundo. Y esto no solo se debe a condiciones naturales: se debe a décadas de desarrollo tecnológico de vanguardia, a su gestión empresarial y a la capacidad y preparación de su personal.
Hace dos décadas, cuando se hablaba de “valor agregado”, esto se refería a procesos de industrialización. Hoy el mismo concepto se identifica más con tecnologías blandas, informática y electrónica. Ni entonces ni ahora se veía el fuerte componente de valor agregado tecnológico que aportan muchas industrias basadas en recursos naturales: por ejemplo, la producción de un árbol de alto rendimiento y calidad, a través de la biotecnología de su semilla; su desarrollo y prescripciones controladas en vivero; el análisis y tratamiento científico de los suelos; las técnicas de punta de establecimiento y manejo y la gestión ambiental a lo largo del ciclo, para certificar con los estándares más exigentes, no tiene menos tecnología que la producción de un chip de computador.
De modo que muchas empresas están en industrias maduras –como la forestal– no porque “se quedaron ahí”, sino porque les va bien y quieren ser los mejores en lo que hacen, y aplican inteligencia, conocimiento y gestión para ello: una decisión estratégica plenamente deliberada.
Dichas industrias presentan, en muchos casos, condiciones de estabilidad en sus precios y ciclo de vida de sus productos que las hacen atractivas. Para ello, basta mirar las series de precios de, por ejemplo, los rollizos podados de alta calidad y compararlas con las de muchos artículos electrónicos y productos tecnológicos que en general presentan ciclos de vida más cortos y continuas bajas de precios.
No tengo la visión, como indica Andrés Benítez en su columna, que los empresarios chilenos tengamos “vocación de jubilados”. Si los jubilados son como los viñateros, que hicieron florecer el desierto y crearon riqueza a partir de nada –legendario logro solo atribuido a los israelitas–; co-mo los salmoneros, que inventaron uno de los actuales pilares exportadores del país; como los fruteros, que llegaron con productos de altísima calidad a las mesas de todo el mundo; como los forestales, que primero crearon por décadas una enorme base de materia prima plantando un 90% en terrenos erosionados, para luego generar una de las industrias más competitivas del mundo en su rubro; como los oliveros, que sin que nadie se diera cuenta de pronto están compitiendo con los decanos de la industria como España e Italia –por mencionar algunos– bueno, entonces hay que pertenecer a esa AFP.
Si miramos la Papelera –caso que conozco de cerca y que inspiró al columnista que comento– mencionemos tan solo dos ejemplos: uno, los pañales desechables Babysan, que en solo diez años masificaron el mercado tomando cerca del 90% de participación en la categoría, derrotando en dura competencia a multinacionales líderes del ramo, a partir de materias primas nacionales y con técnicos y estrategas de marketing locales; no hay duda que las mamás apreciaron el producto tanto o más que un celular Nokia. El negocio de pañales generó un tremendo valor a los accionistas que fue realizado con su venta a Procter & Gamble. Estos retornos no quedaron en las manos de dichos accionistas para rentas, sino que fueron invertidos en el negocio de telecomunicaciones –Entel– empresa que ha contribuido a que la gran mayoría de los chilenos tengan un celular Nokia y en el eléctrico –Colbún–, que está emprendiendo uno de los más grandes desafíos empresariales de hoy: generar la energía que Chile necesita a través del proyecto Aysén.
El otro caso, el desarrollo de cartulinas multipliegos para exportación, negocio en plena expansión; donde mediante tecnología e ingeniería nacionales se ha logrado generar un producto de muy alta calidad que está compitiendo exi-tosamente con las mejores empresas locales en los exigentes mercados europeos, a tal punto que está contribuyendo al éxito de Nokia: muchos de los atractivos y policromados estuches en que llegan los celulares al público de todo el mundo son de cartulina producida en la planta Maule de CMPC, inaugurada en 1998 con una inversión de 400 millones de dólares. Entre estos y otros proyectos e inversiones, los activos de la Papelera se han más que cuadruplicado en los últimos 15 años, y aún no piensa jubilar. Solo en los últimos tres años está invirtiendo 1.500 millones de dólares en activos de vanguardia tecnológica.
Las cosas siempre pueden hacerse mejor para buscar dar nuevos saltos al desarrollo. Fortalecer la formación de capital humano, como menciona Andrés Benítez, es clave. La Papelera lo ha hecho de acuerdo a sus necesidades; 25 profesionales de la empresa han seguido estudios de postgrado en el extranjero en los últimos años; y ello financiado totalmente por la Compañía y no por el Estado como propicia Andrés Benítez.
También es bueno incentivar la capacidad emprendedora como un valor a imitar y reconocer socialmente el aporte del talento empresarial, para generar un entorno promotor de la creatividad y la creación de valor. Es bueno motivar a no quedarse en la autocomplacencia, para no caer en la inacción. Pero también es necesario ser justo y poner las cosas en perspectiva, reconociendo a cada uno lo suyo. A Nokia, lo que es de Nokia. A los empresarios chilenos, lo que les corresponde.
6 Comments:
Me parece super interesante lo que el señor matte plantea en su columna, pero me pregunto donde estará la Papelera en 10 años más? seguirá transando sus acciones en Chile o dará el paso como Nokia para abrirse en Wall Street... mis dudas en eso, ya que tiendo a pensar que como gran parte de los empresarios, prefieren no arriesgarse a salir para no fracasar y se sienten mas comodos a esperar sus utilidades en Chile.
Matias Swett
Santiago
y el que no sabe, calla¡¡
Andres Poblete
Amigos
Los que saben del sector forestal, notaran rápidamente el error que tiene el análisis hecho por el señor Matte en particular y los empresarios forestales en general, y es que la competitividad del sector forestal chileno (al igual que los sectores nombrados por el señor Matte) basan su competitividad en la degradacion sistematica de la distribución de ingresos o en palabras mas simples, el bajo nivel de sueldos percibidos por los trabajadores de estos rubros.
Algo de esto lo dijo Felipe Lamarca, en un encuentro en la Universidad de Los Andes, en que detallo el por que las Elites no han “soltado la teta” (cita textual a Felipe Lamarca), describiendo claramente los problemas de la distribución del ingreso.
Es lamentable ver como las zonas en que prospera el negocio forestal son las zonas con peores índices económicos, como Arauco, Constitución o Los Ángeles.
Creo que en Chile falta realizar un profundo análisis respecto a la distribución del ingreso, ya que es injusto compararse con Finlandia y la competitividad de este, cuando claramente estamos frente a una situación de desigualdad en el ingreso (que explica la diferencia en el costo de producción), con esto no quiero decir que los trabajadores forestales chilenos deban recibir el mismo nivel de ingresos que los finlandeses, pero creo sin temor a equivocarme que la relación entre el mayor y el menor ingreso en Finlandia debe estar alrededor de 20 veces uno del otro (un gerente puede llegar a ganar 20.000 euros, y un empleado menor ganar 1.000), mientras en chile esta relación es de 100 veces (un gerente puede ganar 12 millones, y un empleado 120 mil).
Creo que estas cifras demuestran o explican algo de nuestra competitividad
Para empeorar aun más la situación, debemos recordar los escándalos ambientales provocados últimamente por las empresas forestales.
Ante todo esto, creo que Eliodoro Matte no esta totalmente equivocado, somos lideres a nivel mundial, y hemos logrado ser una industria verdaderamente competitiva, pero no miremos la situación tan a la ligera, por que aun nos queda mucho por corregir, así como hemos llegado a niveles de producción por hectárea que son ejemplo mundial, espero que de aquí a 10 años mas seamos también competitivos en la distribución del ingreso, el compromiso ambiental, compromiso social que son aspectos tanto o mas importantes como el generar riqueza.
atte
Daniel Lopez
Ing. Forestal
Universidad de Chile
Concuerdo plenamente con Daniel, en el sentido que a Chile le falta mucho y puede mejorar en muchos sentidos, pero creo que en el que debe mejorar es en lo social.
El sector forestal es un sector que esta muy desvalorisado, siendo que Chile su segundo recurso mas importante son los bosques, y eso es por falta de fomento y de mayor preocupacion de los mismos interesados e involucrados en el tema.
yo concuerdo con Benitez, ya que creo que los Matte se farriaron la posibilidad de haber dado un salto importante a nivel mundial, tal como lo hizo nokia, independiente d elos factoires como sueldos, precios etc, ya que en mi opinión no inciden tanto como para que la Papelera no haya evolucionado al nivel de Nokia, que es sin duda un orgullo nacional en Finlandia, a diferencia de Chile que la Papelera es menos querida que Matte.
Jorge Andres Barros
Derecho
Universidad de las Américas
Daniel. sólido!!!viejo.
Estoy haciendo el MBA de PUC y ayer tuve prueba de Dirección de Empresas donde pa hacerla corta vemos estrategia de la empresa.
En un cuadro de un paper del profesor Jorge Tarzijan sale un detalle de los costos de producción de CMPC y otras forestales del mundo, para mostrar el concepto de economías de escala y economias de alcance. Claramente la ventaja de CMPC se basa en lo rápido del crecimiento del pino pero también no nos hagamos los leso. El costo de mano de obra es un factor fundamental y como no es bueno comparar peras con manzanas, no podemos decir que CMPC mantiene una ventaja comparativa sólo por el tema de los avances que haya logrado el Sr Contesse.
Trabajo mucho con contratistas forestales, y respeto mucho a Eleodoro Matte porque sin lugar a dudas son empresarios de primer nivel y dentro del sector Forestal se destacan por su seriedad y por no ser tan leoninos como otras Forestles por todos conocidas.
Pero no puedo dejar de decir que no se entiende la sustentabilidad de parte del negocio por tener bajos sueldos (y si ajustamos por costo de contaminación como andamos???). Un ejemplo: los márgenes de los contratista han bajado a niveles increíbles (me cuesta encontrar alguien que gane más del 10-12% como margen neto) en circunstancias que los márgenes de las forestales han andado por las nubes, dado el precio de la celulosa. Entonces que gran valor aporta esta Industria en nuestro país. Creo que se puede hacer mucho más a mi juicio.
Entonces...es llegar y comparar?
En lo personal, si me dicen que es mejor, pues sin lugar dudas para el país tener una empresa que produce celulares con todo lo que esto conlleva (sueldos, capacitación, margenes, calidad de empleo, etc)....me quedo con los celu.
Bueno ya nos perdimos Intel....parece q el disco duro nos falla bastante.
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