Jóvenes Líderes Blog
Nicolás Ibáñez
Miembro de
JÓVENES LÍDERES
Columna de la Semana
¡El liderazgo está en nosotros!
Es sumamente reconfortante escuchar maravillas de nuestro país en el extranjero. Me ha tocado estar con importantes empresarios en algunos seminarios y foros económicos donde se resalta la excelencia de nuestro país. No es raro escuchar “Chile es un gran país” o “ustedes están muy bien”. ¡Qué rico es que hablen bien de nuestra casa! Sin embargo, no podemos perder el espíritu crítico y de esfuerzo que nos ha llevado a estar donde estamos. Sí, somos un gran país, pero debemos tener cuidado pues lo hemos logrado sólo en una manera unidimensional. ¿Qué pasa en el ámbito deportivo, en las artes y la cultura, en la conciencia social?
¿Por qué es el Ravotril la píldora milagrosa y la más vendida en el país?
Gran parte de estas deficiencias se han dado pues hemos dejado de lado una visión integral del desarrollo humano, lo que nos ha llevado a enfocarnos casi exclusivamente en lo que hoy es símbolo de éxito: ganar dinero. Nos estamos convirtiendo en seres extremadamente individualistas; nos importa nuestra carrera profesional, el dinero que generaremos con ella y los viajes y objetos que podremos llegar a comprar. Esta visión del desarrollo es limitante y en extremo retardada, más aún si vemos que la tendencia de las sociedades más desarrolladas como Estados Unidos es justamente la contraria. Se dice que el trabajo en equipo es la clave del éxito; la preocupación por las comunidades es lo que genera la mejor integración social; la cultura del trato igualitario y de la meritocracia sin importar la condición social, el apellido o los contactos personales que se posean. En el fondo, vemos el avance hacia el respeto y tolerancia en lo social y la integración en forma de socios o “stakeholders” en lo empresarial (tú eres mi socio en este negocio pues juegas un rol importante en mi buen desempeño. No un ente al que debo sacarte el jugo para mejorar exclusivamente mis indicadores de rentabilidad).
A todos los que hemos tenido la suerte de vivir en una situación privilegiada; teniendo acceso a la mejor educación y rodeados por un ambiente estimulante que nos ha invitado a sacar lo mejor de cada uno, ¡debemos reconocer que hemos recibido mucho! Por esto, es nuestra responsabilidad dar y trabajar teniendo siempre una visión país. Qué lindo y enaltecedor es trabajar siempre tratando de aportar por un mejor país…
Somos nosotros quienes debemos hacer la diferencia. Está en nuestras motivaciones y en nuestras manos el destino de Chile. Sin duda es un precioso desafío. Por lo mismo, no podemos esperar complacientes que la ecuación mejore o se dicte alguna ley milagrosa para que Chile finalmente elimine la pobreza y pueda despegar para todos. Somos nosotros los jóvenes quienes debemos creer en nuestras ideas, cuestionarse todo lo cuestionable y tocar las puertas que sean necesarias para comenzar a construir el futuro.
Nos corresponde el deber moral de vivir pensando siempre en más, en cómo hacerlo mejor. Aspirar en grande y jugárselas por un país de manera preactiva aportando al contingente social, ya sea desde un ambiente público o empresarial privado. Somos quienes debemos liderar la sociedad que se está gestando, con valores del respeto, justicia, deberes (por sobre derechos) y esfuerzo sumamente arraigados…nos toca caminar hacia una nueva dimensión.
Miembro de
JÓVENES LÍDERES
Columna de la Semana
¡El liderazgo está en nosotros!
Es sumamente reconfortante escuchar maravillas de nuestro país en el extranjero. Me ha tocado estar con importantes empresarios en algunos seminarios y foros económicos donde se resalta la excelencia de nuestro país. No es raro escuchar “Chile es un gran país” o “ustedes están muy bien”. ¡Qué rico es que hablen bien de nuestra casa! Sin embargo, no podemos perder el espíritu crítico y de esfuerzo que nos ha llevado a estar donde estamos. Sí, somos un gran país, pero debemos tener cuidado pues lo hemos logrado sólo en una manera unidimensional. ¿Qué pasa en el ámbito deportivo, en las artes y la cultura, en la conciencia social?
¿Por qué es el Ravotril la píldora milagrosa y la más vendida en el país?
Gran parte de estas deficiencias se han dado pues hemos dejado de lado una visión integral del desarrollo humano, lo que nos ha llevado a enfocarnos casi exclusivamente en lo que hoy es símbolo de éxito: ganar dinero. Nos estamos convirtiendo en seres extremadamente individualistas; nos importa nuestra carrera profesional, el dinero que generaremos con ella y los viajes y objetos que podremos llegar a comprar. Esta visión del desarrollo es limitante y en extremo retardada, más aún si vemos que la tendencia de las sociedades más desarrolladas como Estados Unidos es justamente la contraria. Se dice que el trabajo en equipo es la clave del éxito; la preocupación por las comunidades es lo que genera la mejor integración social; la cultura del trato igualitario y de la meritocracia sin importar la condición social, el apellido o los contactos personales que se posean. En el fondo, vemos el avance hacia el respeto y tolerancia en lo social y la integración en forma de socios o “stakeholders” en lo empresarial (tú eres mi socio en este negocio pues juegas un rol importante en mi buen desempeño. No un ente al que debo sacarte el jugo para mejorar exclusivamente mis indicadores de rentabilidad).
A todos los que hemos tenido la suerte de vivir en una situación privilegiada; teniendo acceso a la mejor educación y rodeados por un ambiente estimulante que nos ha invitado a sacar lo mejor de cada uno, ¡debemos reconocer que hemos recibido mucho! Por esto, es nuestra responsabilidad dar y trabajar teniendo siempre una visión país. Qué lindo y enaltecedor es trabajar siempre tratando de aportar por un mejor país…
Somos nosotros quienes debemos hacer la diferencia. Está en nuestras motivaciones y en nuestras manos el destino de Chile. Sin duda es un precioso desafío. Por lo mismo, no podemos esperar complacientes que la ecuación mejore o se dicte alguna ley milagrosa para que Chile finalmente elimine la pobreza y pueda despegar para todos. Somos nosotros los jóvenes quienes debemos creer en nuestras ideas, cuestionarse todo lo cuestionable y tocar las puertas que sean necesarias para comenzar a construir el futuro.
Nos corresponde el deber moral de vivir pensando siempre en más, en cómo hacerlo mejor. Aspirar en grande y jugárselas por un país de manera preactiva aportando al contingente social, ya sea desde un ambiente público o empresarial privado. Somos quienes debemos liderar la sociedad que se está gestando, con valores del respeto, justicia, deberes (por sobre derechos) y esfuerzo sumamente arraigados…nos toca caminar hacia una nueva dimensión.
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