viernes, agosto 25, 2006

Video Presentación Jóvenes Líderes - Conversando con un Líder 2006
( Noticiero Canal 13: Horario 6PM - Teletrece - Telenoche )


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miércoles, agosto 23, 2006

Líder Empresarial

Salvador Said - el hombre que ya se luce como la cabeza del imperio Said

INVITADO: Foro Universitario
"Conversando con un Líder"
Lunes 25 de Septiembre - 13:00 horas
Universidad del Desarrollo - San Carlos de Apoquindo

Accionista de Parque Arauco, Embotelladora Andina, Banco BBVA y Edelpa Salvador es el único hijo varón de José Said, que controla activos avaluados en cerca de 1.000 millones de dólares.


Salvador Said Somavía (40), el único hombre de los cuatro hijos de José Said Saffie (74), jerarca de la familia que posee activos avaluados en mil millones de dólares, se aspecta como el heredero natural para encabezar este imperio.

Padre e hijo se reunieron esta semana para contar sus vivencias empresariales y la historia de este grupo, que se inició en Perú, en 1884, cuando el abuelo de José Said llegó desde Belén, Palestina, a instalarse como comerciante y que luego creció a distribuidor e importador con 40 canales de venta en Perú , Bolivia y el norte de Chile.

Después vinieron los negocios en las industria textil, con la familia Yarur, y financiera, en los bancos Panamericano, del Trabajo y BHIF, actual BBVA; y de la mano de José Said llegó la diversificación total con la participación en Parque Arauco -con centros comerciales en Chile y Argentina-; Embotelladora Andina -la principal representante de Coca Cola en América Latina- y Envases del Pacífico (Edelpa), una de las más grandes compañía en este rubro.

El hijo a la cancha

Cuando recién era un impetuoso adolescente, Salvador Said comenzó su relación con las empresas al recibir la invitación de su padre a participar en la reuniones de directorios. Claro que -cuenta Salvador- la condición era que aprendiera, pero que se mantuviera callado. Entonces, relató, el primer consejo de negocios que recibió de su progenitor fue “tonto callado pasa por sabio”.

Pero la participación más concreta de Salvador en el holding se inició en la fábrica Edelpa. Era estudiante de ingeniería comercial en la Universidad Gabriela Mistral y el cargo que le sugirió Jose Said no fue precisamente gerencial: “Cuando recién empecé en esto, mi padre me preguntó qué quería hacer. Te doy un consejo, me dijo, la única manera de conocer realmente esto es trabajar en la compañía. Por supuesto, le dije. Y me contestó: Pero trabajar como obrero en los tres turnos. Esa fue una escuela que me permitió conocer a la gente con la que trabajé después y realmente uno se da cuenta de cómo sale el producto final y el esfuerzo que hay de por medio, con lo que realmente se logra valorar el capital humano”.

Después viajó a Inglaterra y trabajó más de un año en el West Merchant Bank por su formación en el área financiera -“que es mi especialidad”, según comentó. A su regreso instaló sus oficinas en el Banco Bhif. De hecho, él fue quien negocio con el grupo español BBVA para que ingresará a la propiedad de la institución financiera, donde los Said se quedaron con el 30% de la propiedad.

En el 2000 fue elegido Miembro Global de los líderes del mañana, programa del Forum Económico Mundial.

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martes, agosto 22, 2006


Líder Social

Luis Martínez, dueño de Nuts 4 Nuts
El “Conejo” de la suerte

INVITADO: Foro Universitario
"Conversando con un Líder"
Lunes 25 de Septiembre - 13:00 horas
Universidad del Desarrollo - San Carlos de Apoquindo

El vendedor ambulante de maní confitado más exitoso de Chile y, quizás, del mundo, dice que su sueño es conquistar todas las esquinas del planeta. Por el momento, en nuestro país sus carros ya marcan presencia de la Primera a la Décima Región.


Luis Martínez es inconfundible. Le encanta bailar salsa, es muy creyente, no le gusta la política y tiene dos dientes enormes. Un profesor del colegio lo molestaba por este distintivo rasgo facial y lo llamaba “Conejo de la suerte”.

Al parecer, su maestro de la infancia no estuvo tan alejado de la realidad porque actualmente su empresa, Nuts 4 Nuts, tiene una planta de 234 trabajadores y 160 carritos de venta desde Iquique a Puerto Montt. A eso, hay que agregar los 12 que tiene en Estados Unidos, el permiso para instalarse en el Jumbo y el Easy de Argentina, y una serie de proyectos que afloran de su cabeza, muchos de los cuales ya tiene listos, como ir con su mercadería a la Copa Davis en septiembre.

Pero su vida no ha sido para nada fácil, confiesa el “Conejo”. A los once años su hermana mayor se casó y ya no lo pudo seguir cuidando, por lo que de noche debía quedarse en el hotel donde trabajaba su madre. Ahí comenzó a tomarle el gusto al dinero. “Antes de que mi mamá llegara, yo me iba a donde el tipo de las maletas para ayudarle y me daban propina, eso me encantó”.

Sus primeros trabajos

Martínez siempre tuvo espíritu empresarial y, aunque contaba con pocos recursos, se las arregló para arrendar películas en el centro y después subarrendarlas a tres por mil pesos en lugares como la bolsa de comercio. Luego vinieron sus años como jardinero, encargado de las canchas y auxiliar en Banco del Estado, época en la que nunca dejó de vender su mercadería.

“La pega de limpiar ascensores no me gustaba mucho, pero un gerente que me conocía me nombró su auxiliar personal. Ahí yo tenía un escritorio para mí solo que llenaba de zapatos y relojes que les trataba de vender a todos los que llegaban”, dice el “Conejo”.

Esa etapa fue interrumpida con el término del régimen militar. “No sé por qué, pero con el cambio de gobierno me tildaron de un lado y se filtró que me iban a despedir, pero yo sólo era un chileno más que quería surgir”, cuenta algo enfadado.

A la tierra de las oportunidades

“Cuando pensaba que me iban a echar del trabajo se me cayó el mundo, porque para mí el banco era lo más grande que había. Ahí fue cuando decidí irme para Estados Unidos”, dice Martínez.

Gracias a su trabajo, el “Conejo” tenía cuenta corriente, lo que le permitió conseguirse una visa y comprar el pasaje con cuatro cheques. “Yo tenía la cuenta en cero y tiré el primero para el día lunes, pero cuando lo fueron a cobrar yo ya estaba en Nueva York”.

Una vez allá, comenzó a trabajar en varias cosas para poder pagar sus deudas. “Limpié vidrios, casas, me puse a pasear caballos, atendí fiestas y todo lo que me mandaban hacer yo lo cumplía porque quería ganarme las lucas”.

Cuando encontró trabajo como junior de una empresa decidió que tenía que ahorrar lo más que pudiera para ir pagando sus deudas. En este afán de gastar lo menos posible un día pasó a comer a un carro de maní. Ése fue su primer encuentro con el que sería el negocio de su vida. Pronto comenzó a trabajar para un grupo de argentinos, quienes llevaban ese negocio en Estados Unidos.

El momento de la independencia

Luego de cinco años de vivir en Estado Unidos, el “Conejo” comenzó a extrañar su tierra, por lo que decidió volver a Chile. “En mi fiesta de despedida conocí a una gringa. Yo pensaba: ¡chuta que está linda la gringa! ¿Por qué en vez de irme mejor no me la pololeo, me caso con ella y tengo unos hijos lindos? Después de unas cuantas piscolas pinchamos y nunca más nos separamos”, confiesa el empresario.

Una vez casado, Martínez adquirió la nacionalidad norteamericana, por lo que ya no era un “ilegal”, lo que facilitó, en gran medida, su siguiente paso.

“Cuando ya estábamos juntos, le propuse que trabajáramos en el maní y ella me dijo: OK. Yo sabía que podíamos lograrlo porque todavía había muchas esquinas desocupadas en Nueva York, listas para ser conquistadas”.

Así es como se decidió a probar suerte en una esquina de Times Square, donde ningún manicero se había metido porque, en esa zona, los griegos eran dueños del lado izquierdo y los árabes del lado derecho.

“Después de pelear más de tres meses con un árabe, me dejó tranquilo. Yo le rogaba todos los días al Señor para que no me pegara ese gallo, que era el tremendo paquete. Cuando me dejó entrar y paró de pelear conmigo entendí que era posible tomarse todas las esquinas de la zona…y del mundo”.

Martínez actualmente está posicionado en nuestro país, asegura que tiene las cosas claras y que su fórmula del éxito la quiere dar a conocer a los chilenos. “Todos los días hay que pedirle al Señor que nos ayude, pero eso no basta porque además hay que ser honrado, trabajador y muy dedicado”.

Yo sabía que me iba a ir bien porque ni la Coca Cola ni McDonald’s vinieron con la creación del mundo y llegaron a ser exitosas, ¿por qué el Nuts 4 Nuts no?”, cuenta seguro de sí mismo.


Consejos empresariales


Para iniciar un negocio

1. “Ser esforzado y honesto es la base para todas los trabajadores emprendedores”. Es una de las máximas de Martínez.

2. Arriesgarse con las ideas que se tienen y tratar de no ser tan calculador, de lo contrario nunca se partirá con el negocio.

3. Pensar en grande y tratar de cumplir todas las metas propuestas. Empezar con una compañía pequeña no significa que nunca llegaremos a ser grandes.

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