viernes, diciembre 08, 2006


Jóvenes Líderes Blog
"Conversando con Benito Baranda "
por Maximiliano Raide
Revista City
www.revistacity.cl





Benito Baranda, Director Social de una de las instituciones de ayuda solidaria
más importante de Chile,ha visto de cerca las crudas realidades de pobreza
y abandono. Sin embargo,su mirada transmite paz y sabiduría, como si supiera
que de alguna manera,cada problema puede ser solucionado. De joven, nunca
imaginó que terminaría trabajando en el Hogar de Cristo.
Pocos saben que desde muy corta edad su pasión fue el atletismo, y que llegó a
ser el mejor corredor nacional; una lesión al fémur que sufrió al salir del
colegio, lo dejó sin practicar durante unaño “Yo no me veía en el servicio
público y tampoco me veía metido en este tipo de trabajo”


¿Pensaste alguna vez dedicarte al deporte?

¡Claro! Pensaba irme al extranjero, estaba viendo una beca en Estados Unidos y en
España, pero justo terminado el colegio me fracturé. Durante la recuperación
sentí que tenía que responderle a mucha gente que había confiado en mí y
también demostrarme a mí mismo que podía volver a ser el atleta de antes. Pero
fue ahí que me di cuenta que ya no sólo era eso. Había entrado a estudiar
psicología y pasé a ser voluntario del Hospital Psiquiátrico El Peral. Desde
entonces, comenzó a cambiar mi vida. Lo que ocurría ahí dentro me conmovió
mucho y me afectó fuertemente en términos positivos para empezar a
moverme, pero jamás me imaginé en el Hogar.

Estudiando en la Universidad Católica, conoció a Lorena Cornejo, una mujer
que lo cautivó y complementó su vida. Se pusieron a pololear y un año después
se fue fuera de Chile a peregrinar por Tierra Santa, solo. “Recorrí durante 30
días muchos lugares santos, como por ejemplo, donde San Ignacio escribió los
ejercicios”, relata. Fue en ese momento que sintió un cambio profundo y un año después de
su regreso, decidió casarse con Lorena. Luego de trabajar como psicólogo para la institución, se hizo cargo de la hospedería de niños y le ofrecieron ir a
especializarse por cuatro años a Roma en el tema del trabajo con matrimonios
y familia, junto a su mujer. “Fue como una segunda luna de miel, aprovechamos
de estudiar y profundizar la parte antropológica y teológica del matrimonio”.


ASUMIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS

Siendo el tercero de 10 hermanos, Benito siempre tuvo mucha
independencia y nunca preguntó sobre las decisiones que tomaba.
De esta forma, creció asumiendoresponsabilidades y deberes que
solo se imponía. La autodisciplina que adquiriódel atletismo, la
aplica constantemente en su vida personal, lo que se ve reflejado
en su tolerancia al dolor y al cansancio que le provoca su gran
dedicación al Hogar de Cristo.

Emprendedor por naturaleza, destaca a la familia como uno de sus proyectos
más importantes. Siempre quiso tener ocho niños, pero estando en la
universidad, Lorena fue operada de peritonitis y desde entonces quedó
incapacitada para tener hijos.
¿Cómo tomaste esta noticia?

Sentimos que Dios nos estaba enviando un regalo. Es distinto cuando estás
trabajando con 50 niños de la calle a los cuales quieres mucho y con los que
empiezas a experimentar la paternidad, porque ésta no necesariamente nace de
la biología, sino que nace del amor. Así, optaron por el camino de la adopción
y recibieron a Manuel, Constanza, Ignacio, Antonia, Santiago y Magdalena.
Debido a la discapacidad de esta última, la pareja prefirió no adoptar más hijos y dedicarse con atención a ella. Para dedicarles todo el tiempo que sus hijos necesitan, Benito
se levanta los fines de semana a las seis de la mañana, despierta a sus hijos
deportistas y los acompaña a sus actividades, donde los anima orgulloso.

UN REGALO DIVINO

Desde el ́88 que con Lorena viven en La Pintana, ¿por qué
tomaste la decisión de construir tu vida allá?
Mientras estábamos en Italia, el Hogar nos ofreció participar de un proyecto en
el sector de El Castillo y nosotros manifestamos mucho interés de participar
en él. Cuando volvimos, nos trasladamos para allá y fue una decisión que tomamos
porque sentimos que Dios nos había invitado a vivir la vida así.

¿Qué te produce ser, en cierta forma, el sucesor del Padre Hurtado y que mucha gente piense que estás por sobre las circunstancias?
Me produce un poco de pudor y a veces vergüenza. Hay gente que nos cuelga
muchas cosas con Lorena y nosotros somos una familia normal, común y
corriente, que tuvo el privilegio de tener buena educación, al igual que nuestros
hijos, pero que vivimos en La Pintana y compartimos con familias de sectores
populares. Yo siento que eso es un regalo de Dios, porque no es fácil cambiar de
mundo si no entiendes que lo esencial son las personas con las que te relacionas,
nada más.

¿Te consideras un emprendedor?
Me considero un emprendedor y si tuviera más tiempo, estaría en muchas
más cosas que me fascinan. Por ejemplo, en un área que me encantaría meterme
es en el empleo juvenil. Hoy no doy abasto, pero voy a convencer a algunos
para meternos porque creo que es ahí donde Chile puede innovar.

¿Qué consejos le darías a los jóvenes, a los emprendedores
y a los futuros líderes?

Les diría que se arriesguen por sus sueños e ideales porque nunca lo van a perder
todo, nunca van a quedar solos ni abandonados. Que se arriesguen por lo
que han soñado y si son personas creyentes, que tengan a Jesucristo muy
presente en sus vidas.

Habiendo visto tanta pobreza en Chile y el mundo, ¿cuál ha
sido el momento más triste que has vivido?

Hay dos momentos que me han revuelto la guata. Uno fue en una visita que
hicimos con el Presidente Frei a un basural en Filipinas llamado Smoking
Mountain, donde vivían miles de personas en extrema pobreza. Esa vez
estuvimos compartiendo con ellos, lo cual fue maravilloso. Sin embargo, el día
que nos subimos al avión para regresar, supimos que el lugar se había incendiado
y que cientos de personas con las que habíamos estado habían muerto.
El segundo momento, fue cuando visité por primera vez Haití. Íbamos junto con
Rodrigo Tupper a entregar lo que habíamos recaudado en el Encuentro
Continental del ́98 y vimos un cadáver de un niño en medio de unas aguas sucias.
En Chile en cambio, lo que más me ha provocado angustia fue cuando el ́97 se
inundaron todos los campamentos.

¿Qué te produce todo eso?

Me produce más ganas de hacer cosas, el dolor me moviliza.
Así como minutos amargos, su vida ha tenido incontables momentos de alegría.
Cuenta como los más felices, la llegada de sus hijos y el progreso de los niños de
El Castillo. Es que Benito se preocupa de mantener los pies sobre la tierra y de
continuar trabajando por la superación de la pobreza. Ni los reconocimientos ni
los premios afectan la humildad y la esperanza con que enfrenta sus batallas.
Para él, la pobreza y las desigualdades son más que un tema de campañas
políticas o de portadas de revistas, es una realidad de la cual todos debemos
hacernos responsables y trabajar por erradicarla.
por Maximiliano Raide
Presidente Ejecutivo
Jóvenes Líderes
www.joveneslideres.cl
Fotos: Julian Montini


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