sábado, octubre 07, 2006

Jóvenes Líderes Blog
Patricio Contesse
Miembro de
JÓVENES LÍDERES

Columna de la Semana

¿Por qué China? ¡Por algo será!


En la actualidad uno de los temas más apasionante y candente que está en discusión es cómo China está cambiando la estructura geopolítica del mundo. No es difícil notar lo anterior, basta mirar los medios de comunicación social, las conferencias que se imparten, los nuevos cursos y la alta demanda de profesores de chino mandarín. Incluso, hay quienes son más radicales y sostienen que el mundo está viviendo lo que denominan como la Asiatización . Sin embargo, independiente de cómo este nuevo escenario afectará nuestras vidas, lo cierto e indiscutible es que si todos estamos pendientes del “factor China”, por algo será.

Con 1.300 millones de habitantes y un crecimiento económico sostenido entre el 8 y el 10 por ciento en la última década, China se está convirtiendo a pasos galopantes en uno de los actores principales de la economía mundial.

China además se ha convertido en un gran exportador, facturando 762 mil millones de dólares en la venta de bienes en el extranjero durante el 2005, y esto excluyendo a Hong Kong y Taiwán. Por otro lado, sus importaciones de bienes, excluyendo también a Hong Kong y Taiwán, ascendieron a 660 mil millones de dólares. Estas cifras, son sólo superadas por EE.UU. y por Alemania, posicionando a China como un factor relevante a nivel global.

¿Y a nosotros qué?

Durante 2005 Chile exportó a China 4.445.653.000 de dólares, tornando a China en el tercer socio comercial más importante para Chile. Es por tanto imporante no sólo poner los ojos en este coloso, sino que el llamado es a tomar medidas concretas que se traduzcan en un mejoramiento en nuestras oportunidades económicas.

El primer paso está dado, hemos firmado un TLC, pero si bien el haber suscrito este tratado con China constituye un tremendo logro, no podemos perder de vista lo evidente, que estos acuerdos sólo benefician a los países que tienen algo que ofrecer. Recursos naturales tenemos, y no es mérito nuestro, pero queda una brecha en lo que respecta a calidad, volumen y menores costos que se traduzcan en menores precios.

El desafío entonces es captar más inversiones, especialmente en tecnologías, que permitan incrementar nuestra capacidad productiva. Con un mercado de tan solo 15 millones de habitantes pareciera ser dudosa la rentabilidad de enormes inversiones en tecnología, pero el mundo hoy en día ya no es redondo sino que es plano, cambiando radicalmente el escenario. Podemos por tanto adicionar a nuestro mercado interno 1.300 millones de consumidores, ávidos de productos de calidad, potenciando así la captación de mayores inversiones, nacionales y extranjeras.

China planea invertir entre 3 mil y 4 mil millones de dólares en América Latina en el corto plazo, por lo que, considerando el reciente acuerdo comercial, Chile pareciera ser un receptor natural de parte importante de estas cifras. Entonces, ¿qué haremos nosotros? Nuestra meta es materializar estos ingresos de capital, ofreciendo alternativas atractivas y un ambiente propicio y flexible para las inversiones.

Estudios realizados por la Academia de Ciencias Sociales de China, estiman que la clase media china está actualmente conformada por 260 millones de personas, y que para el año 2020 serán 520 millones. Explotar este mercado es un gran reto, y por ende las tan necesarias implementaciones de nuevas tecnologías, que nos permitan competir en niveles de calidad que satisfagan las exigencias que presenten los consumidores chinos.

Es posible que Chile nunca se acerque a los astronómicas cifras de nuestro nuevo aliado económico y no debe ser tampoco ese nuestro afán. Ya dijo Confucio: “no todos los hombres pueden ser grandes, pero pueden ser buenos” y he aquí lo que debiera quitarnos el sueño. El gran desafío es administrar con sabiduría nuestras nuevas relaciones y potenciar al máximo nuestra capacidad productiva.

Así, no tardará en llegar aquel día en que nos saludaremos diciendo: ¡Ni Hao!


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