Jóvenes Líderes Blog
Axel Kaiser
Miembro de
JÓVENES LÍDERES
Columna de la Semana
"El momento de la oposición "
Es cierto, la Concertación viene de mal en peor. Cualquier análisis mínimamente objetivo lleva a esa conclusión. Pero la Alianza se equivoca rotundamente si cree que eso será suficiente para lograr “el desalojo” en las próximas presidenciales. Porque la centroizquierda aún tiene algo de lo cual la oposición carece y que para ganar elecciones es más importante que cualquier evidencia o panfleto estadístico: un mensaje.
Así es, la centroderecha no tiene mensaje. Sólo un conjunto de ideas fragmentarias en torno a políticas publicas, manejo económico y desde luego una batería de críticas para todo lo que se ha hecho mal. ¿Pero cuál es la idea fuerza de esta coalición que aspira a gobernar Chile? En la concertación está clarísimo: la idea de igualdad y solidaridad; el “estoy contigo”. Y no importa el que los niveles de desigualdad hayan aumentado con los últimos gobiernos como de hecho ocurrió con la distribución del ingreso por ejemplo. De lo que se trata es de credibilidad y la Concertación la tiene. Y la tiene no porque los hechos la respalden sino porque sabe transmitir el mensaje, sabe manejar eso que los cientistas políticos denominan universo simbólico. En otras palabras sabe vender una idea.
En la oposición esta habilidad comunicacional no existe. En primer lugar porque la vanidad de algunos de sus líderes y sus recurrentes escaramuzas fraticidas les impiden hacer a un lado las diferencias personales y trabajar unidos. Y en segundo lugar porque en general la centroderecha desprecia toda área del conocimiento que no sea la economía. Si no genera lucas entonces no sirve.
Es cosa de darse una vuelta por las universidades y ver quiénes estudian qué. Las calculadoras en las manos de unos y la literatura en las de otros.
Nada de raro entonces que no hayan logrado crear y transmitir un mensaje. Y es que no tienen asesores expertos en manejo político y si los tienen no les creen.
Debieran aprender de Lagos. Sus asesores de imagen le hicieron creer a todo Chile, oposición incluida, que su gobierno era fantástico. Y lo más probable es que vuelva para las próximas elecciones.
Desde luego la oposición tiene capacidad para gobernar. Su problema consiste más bien en llegar al gobierno y para eso la existencia de un mensaje es fundamental.
Como miembro de una generación todavía irrelevante en casi todo sentido me voy a tomar la libertad de dar algunos consejos.
Los conceptos de república, de libertad y esfuerzo individual - todas ideas que se encuentran en el imaginario colectivo- debieran ser la piedra angular del discurso de la oposición. Sería un claro mensaje en sentido opuesto al de la centroizquierda. Eso es clave para que haya credibilidad. Eso fue por lo demás lo que le dio el triunfo a Sarkozy en Francia, a Reinfeld en Suecia y es lo que está resucitando con Cameron al partido conservador inglés. Todas realidades perfectamente comparables con la chilena desde el punto de vista de los contextos políticos.
La historia demuestra que es precisamente trasmitiendo lo que realmente significa ser de centroderecha cuando esta gana las elecciones. Ello sumado a la bandera de la clase media, hoy reventada por impuestos y los costos de vida en general, podría resultar determinante para enfrentar el falaz discurso del igualitarismo.
Este es el momento de la oposición para convencer a la gente, incluidos los jóvenes de su sector de los cuales casi ninguno vota. El resto está, sólo falta el mensaje y claro, la definición de un único candidato.
Axel Kaiser
Tus comentarios a http://joveneslideresblog.blogspot.com
Miembro de
JÓVENES LÍDERES
Columna de la Semana
"El momento de la oposición "
Es cierto, la Concertación viene de mal en peor. Cualquier análisis mínimamente objetivo lleva a esa conclusión. Pero la Alianza se equivoca rotundamente si cree que eso será suficiente para lograr “el desalojo” en las próximas presidenciales. Porque la centroizquierda aún tiene algo de lo cual la oposición carece y que para ganar elecciones es más importante que cualquier evidencia o panfleto estadístico: un mensaje.
Así es, la centroderecha no tiene mensaje. Sólo un conjunto de ideas fragmentarias en torno a políticas publicas, manejo económico y desde luego una batería de críticas para todo lo que se ha hecho mal. ¿Pero cuál es la idea fuerza de esta coalición que aspira a gobernar Chile? En la concertación está clarísimo: la idea de igualdad y solidaridad; el “estoy contigo”. Y no importa el que los niveles de desigualdad hayan aumentado con los últimos gobiernos como de hecho ocurrió con la distribución del ingreso por ejemplo. De lo que se trata es de credibilidad y la Concertación la tiene. Y la tiene no porque los hechos la respalden sino porque sabe transmitir el mensaje, sabe manejar eso que los cientistas políticos denominan universo simbólico. En otras palabras sabe vender una idea.
En la oposición esta habilidad comunicacional no existe. En primer lugar porque la vanidad de algunos de sus líderes y sus recurrentes escaramuzas fraticidas les impiden hacer a un lado las diferencias personales y trabajar unidos. Y en segundo lugar porque en general la centroderecha desprecia toda área del conocimiento que no sea la economía. Si no genera lucas entonces no sirve.
Es cosa de darse una vuelta por las universidades y ver quiénes estudian qué. Las calculadoras en las manos de unos y la literatura en las de otros.
Nada de raro entonces que no hayan logrado crear y transmitir un mensaje. Y es que no tienen asesores expertos en manejo político y si los tienen no les creen.
Debieran aprender de Lagos. Sus asesores de imagen le hicieron creer a todo Chile, oposición incluida, que su gobierno era fantástico. Y lo más probable es que vuelva para las próximas elecciones.
Desde luego la oposición tiene capacidad para gobernar. Su problema consiste más bien en llegar al gobierno y para eso la existencia de un mensaje es fundamental.
Como miembro de una generación todavía irrelevante en casi todo sentido me voy a tomar la libertad de dar algunos consejos.
Los conceptos de república, de libertad y esfuerzo individual - todas ideas que se encuentran en el imaginario colectivo- debieran ser la piedra angular del discurso de la oposición. Sería un claro mensaje en sentido opuesto al de la centroizquierda. Eso es clave para que haya credibilidad. Eso fue por lo demás lo que le dio el triunfo a Sarkozy en Francia, a Reinfeld en Suecia y es lo que está resucitando con Cameron al partido conservador inglés. Todas realidades perfectamente comparables con la chilena desde el punto de vista de los contextos políticos.
La historia demuestra que es precisamente trasmitiendo lo que realmente significa ser de centroderecha cuando esta gana las elecciones. Ello sumado a la bandera de la clase media, hoy reventada por impuestos y los costos de vida en general, podría resultar determinante para enfrentar el falaz discurso del igualitarismo.
Este es el momento de la oposición para convencer a la gente, incluidos los jóvenes de su sector de los cuales casi ninguno vota. El resto está, sólo falta el mensaje y claro, la definición de un único candidato.
Axel Kaiser
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